Doce vinos chilenos que “vuelan la cabeza”

Les preguntamos a seis mujeres y a seis hombres ligados al vino  –sommeliers, comunicadores, distribuidores y dueños de wine bars– cuál fue su ultimo vino nacional que los sorprendió y porqué. ¿Un adelanto? El Valle del Huasco está dando bastante de qué hablar.

Por Bárbara Muñoz Sotomayor
El Mercurio, Revista Wiken
@revistawiken
Reportaje completo aquí

Rocío Alvarado, Sommelier
Rocío Alvarado es historiadora del arte y sommelier profesional. Se especializa en la investigación de cepas patrimoniales del vino chileno. Ha trabajado como jefa de operaciones de la Cava de Sommelier, como sommelier de Cora Bistro y actualmente se encuentra desarrollando el proyecto de reapertura de 99 Restaurante.

@rocioaquevino

ROCÍO ALVARADO

VINO: GARNACHA, DE VINA TRES QUEBRADAS (2023)

“Este es un tinto que es parte de nuestra degustación de vinos del valle del Huasco, en 99 Restaurante. Partí trabajando con la añada 22, pero hace poco me enviaron la 23, y esa fue la que me encanto. A la garnacha le ha ido muy bien en Huasco, pero casi todos los productores de la zona hacen perfiles de esta cepa muy similares. Esta es distinta en cuanto a la intensidad de color, aromas y estructura, ya que responde a un lugar más seco, de mayor altitud. Tres Quebradas es un proyecto que nace en 2017 a unos 10 km de Vallenar hacia el interior, en Imperial Alto, con un clima tan particular como el del desierto de Atacama v una composición de granito y carbonato de calcio correspondiente a sedimentaciones de la cordillera de los Andes en sus suelos. Pero lo más notable es que es un proyecto liderado solo por mujeres: Marianela Álvarez, sus hijas Carla y Camila Rojas y la asesoría de Rosario Fillol, actual enóloga de la Viña Alcohuaz. Se trata de un vino tinto fresco y frutoso, de estructura y taninos amables. Lo interesante está en la nariz y el juego con la acidez, pues tiene frutos rojos marcados como la frambuesa, pero aparecen también unas notas a fruta tropical que a algunos clientes les recuerda a la guayaba o el maracuyá. Me gusta mucho escuchar lo que a cada comensal le pasa con los vinos, porque todos tenemos percepciones distintas. En el restaurante acompaño este vino con una corvina, salsa romesco y ensalada apio-palta, pero es un vino versátil. Recomiendo probarlo con lo que más le guste a cada uno. Lo importante es fomentar el consumo de vino en nuestro país, por supuesto que de manera responsable”.

Marion Liss
Marion Liss es francesa y vive en Chile hace 13 años. En 2014 fundó Les Dix Vins, que inicialmente importaba quesos franceses. Luego se especializó en vino y, junto a su hermano, abrió el bar de vinos y tienda Les Dix Vins, en Las Condes. El próximo año abrirá una nueva sucursal en el MUT (Mercado Urbano Tobalaba).

@marionliss

MARION LISS

VINO: SYRAH, DE TINTOMARE (2020)

“El ultimo vino que realmente me sorprendió fue el syrah de Tintomare, cosecha 2020. Esta viña está ubicada en Santo Domingo (Leyda), a seis kilómetros del océano Pacifico, sobre suelos graníticos. Este pequeño viñedo de 6 hectáreas pertenece a Guillermo Larraín, quien se asoció con el enólogo Gianfranco Gamelli para hacer unos vinos realmente increíbles, con una frescura que representa muy bien su terroir. Tenemos este vino desde hace un par de meses en nuestra tienda Les Dix Vins, pero volví a probarlo hace pocos días y cada sorbo “me voló la cabeza”. Realmente, considero que es un vino con una relación precio-calidad muy interesante ($14.990 en tienda). Tiene toda la fuerza y elegancia del syrah, con la frescura que le aporta su terroir. El savoir-faire del enólogo Gianfranco Gamelli (quien hace también los vinos de Sierras de Bellavista) se demuestra en esta botella”.

Claudia Gacitúa
Claudia Gacitúa es periodista, sommelier profesional y técnico en gastronomía, Es directora de los diplomados en Comunicación de Vinos y de Estudios Gastronómicos de la UNAB. Fue directora de comunicaciones de la Asociación de Sommeliers de Chile y es cofundadora de la Asociación de Mujeres del Vino de Chile.

@mujergourmet

CLAUDIA GACITÚA

VINO: RARO DE RAROS, DE VINA PRADO (MOSCATEL DE ALEJANDRIA, 2019)

“Últimamente me he dejado sorprender por los vinos blancos del norte de Chile y algunos naranjos diferentes que se han convertido en mis preferidos hoy en día. A veces más allá del vino, lo que los hace inolvidables lo encuentro en sus historias, los territorios, la compañía y el momento en que fueron probados. Son tantos los factores que pueden hacer de un vino una experiencia memorable que hasta puede parecer inexplicable. Es algo que va más allá de los nombres, marcas o cepas; algo tan personal y subjetivo, que va moldeando nuestras preferencias a lo largo de la vida. En esta búsqueda, aparece Raro de raros 2019, de Viña Prado, en Itata; un naranjo de Moscatel de Alejandría que me saco de la monotonía con su potencia e intensidad, debido al contacto del vino con el velo de flor que contrasta con esas notas florales y perfumadas presentes, tan características de la Moscatel. En boca aparece la fruta, huesillo, una cascarita de naranja confitada que asoma por ahí, seguida de la exquisita y desconcertante complejidad oxidativa del velo. ¿Raro? Sí, todo el rato, además de atrevido y diferente. Un vino que me hizo pensar y volver a preguntarme lo que siempre he querido comprender… por qué nos gusta lo que nos gusta”

Mariana Martínez es comunicadora y sommelier profesional. Autora de “El vino de la A a la Z” y “Vino & Cia», escribe para 7canibales.com, es profesora y fundadora del sitio WiP.cl.

@reinaentrecopas

MARIANA MARTÍNEZ

VINO: LAGAR DE OASIS

“iCómo no supimos que en los oasis de Pica, Quisma y Matilla, dos mil kms al norte de Santiago, hacia inicios del siglo pasado, se producía vino y en grandes cantidades! O que, hace unos años, el profesor Felipe Loayza volvió a la finca de sus padres (en estos mismos oasis), para recuperar esta actividad. Las viñas en este desierto de las alturas habían dejado de cultivarse, primero, porque desviaron sus aguas subterráneas hacia Iquique y, después, por altos impuestos al alcohol. Para su hazaña, Loayza rescató y multiplicó las variedades de uvas que crecían aun silvestres, ahora entre cítricos, mangos y guayabos, y con ayuda del INIA logré saber que entre ellas están la cepa país (aquí llamada gobierno), y la huevo de gallo, conocida también como blanca ovoide o tamarugal. Con la ayuda de los enólogos Sergio Jara y Victoria Cortez, están produciendo sus primeros vinos, no como antes (en tinajas de greda y lagares de piedra), sino en tanques de acero. Probé la cosecha 2024 y mi primer vino de canela, un tinto ligero de esta uva criolla nacida en Sudamérica del cruce entre las europeas muscat y país, fue iwao! De color rubí claro brillante, recuerda a guayabas con caramelos de frutilla, Una joya preciosa de la que se hicieron muy pocas botellas. Tesoro renacido del desierto; esperanza de vida ante el cambio climático. Si van al Norte Grande no dejen de visitar la Cooperativa Lagar de los Oasis de Pica, Quisma y Matilla”.

Dentro de las menciones destacamos la realizada por el periodista Eduardo Moraga, vino Chardonnay Gran Reserva, de Buena Esperanza (2020) de nuestra socia Mai-Nie Chang @mainiechang

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